Alan Turing: derribando fronteras

En la ciencia siempre ha habido fronteras que han limitado lo demostrable en cada momento de su desarrollo. Pero a diferencia de las fronteras humanas, que cuando la empujas para ampliar un lado irremisiblemente se estrecha el otro (ya ves, manías de vivir en un mundo esférico), en caso de la ciencia, empujar las fronteras consigue aumentar nuestro conocimiento y las herramientas que tenemos disponibles para que ese empujón cada vez sea más fuerte.

A lo largo de la historia ha habido momentos o personas muy relevantes. A veces porque desplazas de golpe la frontera muy lejos, o a veces porque la desplazas en muchas direcciones. Pero en ocasiones se juntan los dos factores y de repente hay alguien que hace las dos cosas a la vez. Quizá tengas a alguien en mente, pero en la mía esa persona es Alan Turing, posiblemente el científico que más admiro. Me parece un buen homenaje para el 50 aniversario de Café Hypatia.

Se ha escrito mucho sobre él, así que solo voy a dar algunas pinceladas. Si quieres leer más, yo recomiendo la biografía que escribió Andrew Hodges, «Alan Turing: el enigma», que mantiene actualizada en esta web. Y sobre su trabajo, sin duda «Alan Turing: His works and Impact», de S. Barry Cooper y Jan Van Leeuwen. En él encontrarás los artículos originales de Turing, comentados por algunas de las personalidades más relevantes del mundo de la informática, las matemáticas y la ciencia en general.

Estas son algunas de las fronteras de Turing derribó o se llevó a un punto al que la humanidad le costó décadas llegar (y de hecho a alguna de ellas aún no hemos llegado)

Reproducción de la Bomba: la computadora diseñada por Turing para descifrar los códigos de la máquina enigma (en el Museo del Bletchley Park)
  • Solución al problema de decisión (Entscheidungsproblem): formulado por Leibniz en el siglo XVII, que se preguntaba si podía existir una máquina que probara de forma automática la verdad de un teorema. La respuesta es, lamentablemente, que no.
  • Máquina de Turing: es una construcción mental que sirve como base a los ordenadores actuales y con la que Turing resolvió el problema de la decisión. Se trata de una cinta infinita, un rollo de papel higiénico sin fin, en la que manejando símbolos (letras o números) se puede ejecutar cualquier programa.
  • Criptografía y máquina enigma: es posiblemente su contribución más popular; la creación de lo que se considera el primer ordenador, con el que se consiguió descifrar los mensajes codificados mediante la máquina enigma por el bando alemán durante la segunda guerra mundial. Todo un logro, porque ni siquiera los ordenadores actuales son capaces de romper cualquier mensaje cifrado por esa máquina.
  • Test de Turing: relacionado con la IA, es otro experimento mental para determinar si una máquina es o no inteligente. La prueba consiste en que una persona interroga a otra persona y un ordenador, sin saber de antemano quién es quién, para identificar a la máquina. Todavía no hemos sido capaces de construir computadoras que pasen el test de forma general. El día que eso ocurra ¿consideraremos que los ordenadores son inteligentes? No está claro
  • Primer programa de ajedrez. Alan Turing escribió el primer programa de ordenador para jugar al ajedrez, para el Mark I. Nunca pudo ejecutarlo porque el ordenador no estuvo listo, pero sí que probó a “ejecutarlo” a mano usando su máquina de Turing. Le costó una hora y media hacer un movimiento.
  • Formación de patrones (morfogénesis). Fuera del campo de la informática, y algo bastante desconocido, Turing ideó un conjunto de ecuaciones que regulan los procesos químicos por los que se forman los patrones en la pigmentación de muchos animales: cebras, leopardos, tigres, jirafas, peces, moluscos… todos ellos deben sus manchas, su camuflaje, su belleza a Alan Turing.
Resultado de aplicar las ecuaciones de reacción-diffusión de Turing para generar patrones biológicos

Y para acabar, algo que no está relacionado con la ciencia pero si con las fronteras, en este caso de los límites del cuerpo humano. Turing era corredor de maratón. Era capaz de acabar los cuarenta y tantos kilómetros en 2h45min Lo apreciarás en su justa medida si corres. Si no, un dato: en su época, hubiera sido el segundo clasificado para competir en las olimpiadas representando al Reino Unido, sacándole más de 20 minutos al siguiente.

Hizo todo este en 41 años. Nunca sabremos hasta dónde habría llegado. Qué aportaciones se perdieron para siempre en su mente maravillosa. Dónde habrían quedado las fronteras, y dónde estaríamos hoy en día.


Esta entrada forma parte de #Polivulgadores de Café Hypatia en su edición de junio de 2022, con el tema «fronteras»

Para saber más

Andrew Hodges. (2014) Alan Turing: el enigma. Ed. Vintage books. Existe una web asociada al libro con material adicional https://www.turing.org.uk/

S. Barry Cooper y Jan Van Leeuwen (2012) Alan Turing: His works and Impact. Ed Elsevier.

King’s College (2022) The Turing Digital Archive. Disponible en https://turingarchive.kings.cam.ac.uk