1.000.000.000 de usuarios de internet

Según las últimas estadísticas (vía Pixel y Dixel), el número de usuarios de Internet ha alcanzado los 1.000 millones de usuarios. Es un número curioso (que no chungo). No sé si os habéis percatado, pero casi todas las estadísticas sobre tecnología sólo llegan a esta cifra: usuarios de teléfonos móviles, ordenadores, internet… ¿por qué?

En el mundo somos unos 6.300 millones de personas, pero sólo 1.000 millones tienen los recursos suficientes para poder comprar esta tecnología. El resto tiene los recusos para cubrir sólamente las necesidades básicas, y muchos de ellos viven con mejos de $1 al día. Con el cambio de los euros es más fácil darse cuenta de qué implica esto. Por eso, iniciativas como la de los portátiles por $100 son tan importantes.

Da que pensar en estos días ¿verdad?

Ya se puede usar el dominio .cat

El pasado mes de septiembre el ICANN aprobó el dominio .cat (leer noticia anterior) para sitios relacionados con la cultura y la lengua catalana. Desde ayer por la noche el dominio está dado de alta y ya hay algunas páginas web que lo emplean.

Según la noticia, leída en Barrapunto, tiene una característica importante, especialmente para los amantes de la pulcritud ortográfica ;-). Y es que tiene soporte de IDN, que permite la inclusión de caracteres acentuados y otros caracteres propios como la «ç» o la «ñ» (esta última no la usarán mucho) en los nombre de dominio. Ya se pueden escribir direcciones como http://www.fundació.cat/.

(vía Barrapunto)

¿De dónde viene la palabra spam?

El origen de este término no tiene nada que ver con la informática, sino con los Monty Python, icono geek donde los haya, conocidos por su serie de televisión Flying Circus o películas como La vida de Brian, Los caballeros de la mesa cuadrada o El sentido de la vida.

La palabra spam hace referencia a uan conserva de carne muy económica: SPiced hAM (algo así como jamón especiado) y muy conocida en el mundo anglosajón. En uno de sus sketchs, una pareja va a comer a un bar y en casi todos los platos del menú aparece (varias veces) el spam. En el sketch se repite continuamente la palabra spam que apenas deja seguir una conversación coherente. Vamos, al más puro estilo Monty Python.