Aprovecho que este fin de semana es la Maratón de Valencia, para un estudio que estoy haciendo junto con Xavi Lluch y Ángeles Calduch analizando la precisión de los GPS. Un tema controvertido, porque aunque la carrera está homologada, hay mucha gente que se lo cuestiona y se fia más de la medida de su GPS.
¿Qué quiere decir que una carrera está homologada? Básicamente, que el recorrido está medido de una forma fiable y se asegura de que el error es menor del 0,1%. Es decir, en una maratón, menos de 42 metros. Aquí te explican bien cómo se mide y certifica una carrera (vía Xavi Lluch)
Pues bien, nosotros hemos descargado las distancias que han cubierto las y los corredores en las principales maratones del mundo y también la de Valencia. Estamos preparando un artículo con todos los resultados, pero me gustaría enseñar un anticipo.
Maratón de Valencia. Edición 2017
Disponemos de los datos de 3.734 corredores, después de eliminar datos anómalos: posiblemente gente que se olvida de para el crono, que tarda en comenzara medir o que le da algún error importante que invalida la medida. Las distancias obtenidas se distribuyen así
Efecto de la marca en el error
El primer análisis fue medir directamente la diferencia con los 42,195 km de la maratón. Sin embargo, hay estudios que indican que, cuanto más tiempo se están en marcha, mayor es el error. Y cuando comprobamos el efecto, vemos que realmente es así.
En el siguiente gráfico, cada punto es un(a) corredor(a), indicando cuántos km ha recorrido y qué tiempo ha empleado. Se puede ver cómo, a medida que aumenta el tiempo, en general la distancia recorrida es mayor. La línea roja indica esta tendencia. Y aunque el índice de correlación es relativamente bajo (R=0,2), el p-valor está muy por debajo de 0.05, por lo que el efecto sí que es significativo y hay que tenerlo en cuenta.
Análisis de la precisión de los GPS
Una vez descontado el efecto del tiempo que tarda cada participante, calculamos el error medio que se obtiene con los 15 modelos de GPS más utilizados en la edición del 2017 de la maratón de Valencia.
En la figura de abajo, el punto es el error medio de cada modelo de GPS (en metros sobre la distancia estimada de cada corredor en función de tiempo que haya invertido). Las barras verticales sirven para detectar cuándo la diferencia entre dos modelos es significativa.
Por ejemplo, los dos primeros modelos (Garmin Forerunner 910 y 310) no se solapan con ningún otro. Esto quiere decir que hay evidencia de que el valor medio es menor que en el resto. El siguiente grupo iría desde el Polar M400 al Suunto y finalmente los dos Garmin Fénix.
El resultado analizando varias carreras nos indica que hay división estadísticamente significativa en tres grupos: los relojes pensados en entornos urbanos (los más precisos), los de trail y, finalmente, los que más error tienen son las aplicaciones móviles (que no aparecen en este gráfico)