Cita leída en Microsiervos (fuente: Naomi Klein, No logo)
Enseguida me han venido a la cabeza un par de cosas, ambas relacionadas con mis clases en la universidad.
Por un lado, la única fuente de «motivación» que tenemos los profesores es la nota: lo que no va para el examen o no tiene un cómputo en la nota final de la asignatura, no cuenta ¿cacahuetes?.
Y por otro lado, el esfuerzo por innovar en la enseñanza se traduce en mi universidad en un complemento económico en un programa denominado ACE (Ayuda complementaria a la enseñanza). En ella se tiene en cuenta la participación en congresos docentes, el seguimiento de cursos de formación, la participación en experiencias de convergencia europea… y la «recompensa» es de aproximadamente 300€ anuales en el mejor de los casos ¿cacahuetes?
Miguel, puedes darme la marca de esos cachuetes, que se los voy a recomendar al rector de mi universidad.
Pues no sé si recomendártelos… aunque ya veo que no debería quejarme tanto… parace que en otros sitios se está incluso peor.