Los dioses del fin del mundo

Sabíamos que este día iba a llegar: que nuestro planeta acabaría convertido a cenizas cuando el sol se transformara en una gigante roja. Solo que pensábamos que tendríamos más tiempo y que, para entonces, habríamos descubierto otros planetas habitables, viajaríamos más rápido que la velocidad de la luz y habríamos conquistado media galaxia.

Pero no hemos contado con el factor humano y nuestro “el lunes empiezo”. Han pasado millones de años y la humanidad no ha hecho más que empezar de cero una y otra vez. Sin aprender. Hemos arrasado el planeta mil millones de veces. Nos hemos masacrado entre nosotros mil millones de veces. Hemos agotado todos los recursos mil millones de veces. Los otros dos mil millones, ni lo sé. Nunca hemos conseguido salir del cinturón de Kuipier ni descender a las profundidades de los océanos. Bueno, una vez sí… cuando agotamos todo el agua de la Tierra, pero no quedó casi gente para contarlo.

Ahora ha llegado una gran nave y nos han dicho que van a tratar de conservar la herencia genética de nuestro planeta. El capitán se llama Neivruhxy Oehykh Eoksig, pero todo el mundo lo conoce como Noé. Espero que deje entrar en su nave también a una pareja de humanos.


Este es el último relato del campamento de verano. Me gustó la experiencia, aunque no siempre escribía cada día. A veces necesito dejar mi cabeza en barbecho hasta que llega la idea feliz. Por suerte, no me juego las habichuelas con esto, así que me puedo relajar y, simplemente, esperar.

Brujas de viaje

Su nombre es GObernance aRGONAuts. Son el cerebro de los grandes navíos interestalares. Realmente no es un cerebro, son tres, conectados al sistema central de la nave. La información que genera un vuelo es inabarcable para una persona, incluso es inabarcable para un ordenador, así que necesitamos tres.

En el inicio de los viajes, el ordenador controlaba la nave en tiempo real. Pero pronto nos dimos cuenta de que en muchas ocasiones necesitabas conocer la información de misiones pasadas, mapas detallados de la galaxia, manuales y esquemas de todos los sistemas… Porque cuando estás a años luz de casa nadie te puede ayudar. Por eso añadieron un segundo equipo.

El accidente de la Dominance hizo que nos diéramos cuenta de que el control de los navíos es tan complejo que, si se produce un fallo, no hay tiempo de cómputo disponible para explorar las posibles soluciones. Es mejor tratar de prevenir los errores antes de que se produzcan. Y para eso añadimos la tercera computadora. Su único trabajo es predecir posibles fallos a partir de la situación actual y trazar planes de contingencia que estén disponibles inmediatamente.

Por eso, las llamamos gorgonas. Tres entes conectados a un ojo que todo lo ve, que comparten por turnos con disciplina. El pasado, el presente y el futuro se muestra ante ellas sin pliegues ni resquicios. Nuestras particulares brujas de viaje.


NOTA: las brujas son las grayas, hermanas de las gorgonas (Medusa era una de las tres gorgonas).

¿Humo o escarcha?

Teniente Eireen. Martes, 17 de mayo según el calendario de la Tierra.

Lleva una semana ocurriendo lo mismo: por las mañanas aparece una nube cerca de la zona del volcán y se va desplazando hasta que en unas horas se disipa. Nadie sabe realmente lo que es: humo de la activación del volcán o evaporación del hielo por el calentamiento al salir el sol son las teorías principales.

El dron está volando hacia allí para tratar de obtener una imagen más clara. Está muy cerca de la zona en la que se iba a establecer la base paneuropea, peligrosamente cerca si es humo. Las imágenes que recibimos aún no lo muestra con claridad y aún está demasiado lejos para hacer un análisis de su composición. Aquí tenemos los dedos cruzados para que sea escarcha. Si no, habrá que replantear la misión. Habrá que volver a buscar un sitio para el asentamiento y el cohete está ya de camino.

Según la telemetría estamos a menos de un km del origen de la nube, que está a más de 500 km d aquí. Viaja rápido para no tener atmósfera.

(Transcripción de la grabación de la sala)

Teniente Eireen: Mira, hay una grieta en el suelo: dirige el dron hacia allí. Sí, está oscuro ¿puedes entrar? Ok, pues enciende las luces y adelante.
(murmullos ininteligibles)
Teniente Eireen: OMG, ¿qué es eso? ¡Hemos perdido el dron! ¿Lo estabas grabando? Recupera las imágenes y amplíalo. Eso era algo artificial, pero no es nuestro… ni de nadie humano con esas escalas. Y sea lo que sea está en marcha. Avisa a la base de inmediato, que no aterrice nadie ellí. “Amartice…”, mira Ernest, vete un poquito a la mierda, no estamos para coñas. Decreta alerta máxima

Y así es como los descubrimos. Esa tecnología lleva siglos funcionando sola, parece alguna especie de sistema de terraformación… solo que lo que a lo que está dando forma no es a algo como la Tierra. No sé quienes son, si aún existen, si siguen interesados en el cuarto planeta y qué tipo de relación tendrán nuestros descendientes con ellos. Y me alegro profundamente de que el tercer planeta no les resultara útil. Ojalá hubiera sido humo.