Sxipper: otro servicio que cierra

Si, ya sé que me está saliendo una semana un poco tétrica, pero no es mi culpa que durante este mes todos hayan decidido bajar la persiana a la vez. Y ahora le toca el turno a Sxipper. No creo que te suene. De hecho, no conozco a nadie más que lo usase, pero a mi me venía bien; me parecía útil.

Sxipper era un producto de Sxip Inc. y se centraba en la gestión de datos personales a través de la red: usuarios, contraseñas, datos en los formularios. Es una funcionalidad que muchos navegadores poco a poco fueron incorporando, pero Sxipper lo hacía de una forma más inteligente y cómoda. Si te fiabas del servicio podías sincronizarlo a través de Internet y si o podías seguir haciendo toda la gestión en local.

Yo lo conocí hace unos años a través de Dick Hardt en su presentación sobre Identidad 2.0. Merece la pena verla tanto por el estilo de Dick como por sus contenidos. De hecho, a mi me dio algunas ideas que todavía tengo pendiente de usar acerca de una identificación más autónoma y natural de entidades artificiales inteligentes que la que se está usando actualmente (a partir de los propios certificados de los usuarios). Una visión interesante de lo que realmente debe ser una identidad digital, también para humanos.

En fin, otro servicio que desaparece. No es el fin del mundo, pero después de una temporada como esta me planteo si realmente lo de tener la información «en la nube» y depender tanto de servicios externos es una buena idea.

    Limitaciones en las cuentas gratuitas de Spotify

    A estas alturas no es ninguna novedad y seguro que, aunque no tengas una cuenta en ese servicio, habrás oido que Spotify va a cambiar las condiciones en sus cuentas gratuitas (Free y Open), limitando el número de horas de música que se pueden escuchar al mes. A partir del 1 de mayo, el límite será de 10 horas/mes y cada canción se podrá repetir un máximo de 5 veces.

    Spotify es una empresa que vive de su servicio y es completamente legítimo que elija las condiciones en las que va a proporcionarlo. Desde sus inicios optó por un modelo freemium, como tantos otros modelos de negocio relacionados con la web y con lo 2.0 (como Flickr o Dropbox por citar sólo algunos).Y tuvo una gran acogida por parte de los usuarios. Un síntoma, desde mi punto de vista, de que lo que planteaban al principio parecía razonable a todos: a las discográficas que cerraron los acuerdos, a los usuario que pagaban por el servicio premium, a los usuarios que no pagaban a cambio de publicidad y al propio Spotify. Pero ¿qué es lo que ha cambiado?

    Hasta ahora, Spotify sólo tenía usuarios en Europa (unos 7 millones) y el paso siguiente fue tratar de entrar en Estados Unidos. Y este hecho ha sido el que ha forzado a Spotify a endurecer las condiciones de su servicio a cambio de poder firmar acuerdos con las grandes en ese país: Sony, Emi y Warner.

    Y de todo esto, lo que a mi me parece mal es

    • que Spotify haya cedido a las presiones de la industria. El cambio no ha sido porque Spotify lo haya decidido así, sino por las condiciones de las discográficas para peritirle su entrada en USA ¿me equivoco?.
    • es una situación que se estaba planteando desde hace meses. No tenéis más que ver la entrevista completa a Lutz Emmerich del documental «Copiad Malditos». ¿Cuántas veces se habla del uso gratuito ilimitado en la entrevista? Yo os lo digo: 0 veces Y es una entrevista grabada en octubre de 2010.
    • la nueva política hace que la publicidad no sea importante. Spotify mostraba 4 minutos de anuncios por cada hora de música (eso son unos 12 anuncios por hora). Con un usuario como yo, que tenía Spotify unas 5 horas al día (posiblemente más), eso suponen 60 anuncios diarios y 1.800  al mes. Al limitar las horas, sólo voy a escuchar 120 (un 6%) El efecto posiblemente sea una huida masiva de anunciantes.
    • Spotify nunca ha aprovechado las posibilidades de montar un buen sistema de recomendación, ni la segmentación en los anuncios. En un año, recuerdo sólo contados anuncios que hayan sido relevantes para mi y en los que haya pinchado. Por no hablar de las recomendaciones/novedades.
    • Spotify muestra un cambio rotundo a querer ser un servicio casi exclusivo de pago, con una cuota de usuarios free tertimonial.
    • Pero sobre todo, lo que lamento es que Spotify nunca haya aclarado los motivos de verdad. Para mi la sinceridad ey la transparencia en una empresa es algo importante y Spotify no ha sido honesto ni transparente.

    En resumen, creo que el nuevo Spotify es un error. Ha roto un equilibrio en el que todos estábamos a gusto por ceder a las presiones de una industria caduca que está completamente equivocada en sus planteamientos. Posiblemente con estos cambios consigan varios millones más de usuarios y aumenten sus ingresos, pero ahora Spotify está herido.

    Personalmente, Spotify me ha defraudado. Pero no por lo que ha hecho, si no por cómo lo ha hecho y por el como respeto que ha demostrado a los usuarios, que somos los que hemos hecho de Spotify lo que es hoy en día: lo hemos dado a conocer y le hemos dedicado nuestro tiempo. ¿Hasta que punto los servicios siguen siendo propiedad de las empresas? Los usuarios los modelamos según nuestros gustos y necesidades; les damos usos que a veces no se habían planteado. No es la primera vez que una empresa tiene que dar marcha atrás con una iniciativa que no ha gustado a los usuarios.

    Y a tí ¿qué te parece? ¿estarías dispuesto a pasarte a una cuenta de pago? ¿y a dejar el servicio?

    Noticias relacionadas