Wikinomics

Don Tapscott y Antony D. Williams: Wikinomics. La nueva economía de las multitudes inteligentes.- Barcelona: Ed. Paidos, 2007. ISBN:978-84-493-2014-9.
Web: Wikinomics

Un libro interesante sobre como las comunidades y las redes sociales pueden hacer cambiar la forma de entender la economía. Se basa en la idea de que se puede emplear todo el potencial de las grandes comunidades de usuarios gigantescas que se pueden crear a través de Internet para mejorar la innovación y el éxito en las empresas. Incluso llega a argumentar que sólo las empresas que sepan adaptarse a esta nueva realidad sobrevivirán. Esto último es algo exagerado, pero sí que tiene razón al adelantar que sólo las empresas que sepan ajustarse al nuevo escenario que proporciona la deslocalización y el uso de las nuevas tecnologías tendrán éxito. Y las ideas que hay detrás de este libro proporcionan un modelo válido y muy eficiente para entrar en el nuevo milenio. No es el único, pero posiblemente sea uno de los más innovadores, flexibles y prometedores.

Para comenzar y justificar toda la exposición que viene después, muestra el caso de Goldcorp Inc.: una empresa dedicada a la explotación de minas de oro que estuvo a punto de quebrar a finales de los 90 y acabó multiplicando por 90 su valor (de 100 a 9.000 millones de dólares) ¿La fórmula? abrir uno de sus activos más preciosos: sus datos de prospección e información geológica a disposición de todo el mundo. Asumió que las mentes más capacitadas posiblemente estuvieran fuera de su empresa y pensó en una forma de aprovechar el potencial del ingenio colectivo. Y las aportaciones se realizaron a través de un concurso con un premio de 75.000 dólares.

No es un caso aislado. Si recientemente habéis leído/odio/visto noticias de Android, la nueva plataforma móvil de Google, veréis que se trata del mismo enfoque: abro mi producto para que los usuarios puedan exprimirlo y proponerme nuevos usos o herramientas mucho mejores de la que mis ingenieros puedan programar. Y eso ue estamos hablando de Google, no de cualquiera. Frente a estos enfoques, los más tradicionales como los de Microsoft o Apple: blindando sus productos e impidiendo cualquier uso «no autorizado».

En el libro se defiende el uso corporativo de blogs, wikis, chats, comunicación peer-to-peer (P2P). Tecnologías que la mayoría piensa que sólo sirven para jugar, pero que realmente lo que hacen es proporcionar una flexibilidad y unos niveles de colaboración impensables usando las TIC 1.0 (por llamarlas de alguna forma).

Algunas de las partes que más me han gustado son las que hablan de

  • la producción entre iguales, con el ejemplo de la Wikipedia o del software libre, demostrando cómo miles de voluntarios dispersos pueden crear productos de calidad comparables con de los de las mejores empresas;
  • los prosumidores y de sus derechos a rediseñar y modificar los productos que adquieren, reconocidos (y utilizados) por algunas empresas y perseguidos por otras (como ocurre hoy con Apple y sus iPhone).
  • las aplicaciones en el campo de la ciencia, tanto enla investigación como en la explotación de los resultados. En esto último no estoy muy de acuerdo, Hay ejemplos de empresas farmeceúticas que no me parecen éticos y no me gustaría que se funcionara de esa manera.
  • la planta de producción global, donde explica cómo las empresas abren sus infraestructuras tecnológicas y se centran en lo que cada uno sabe hacer mejor. Un sistema de fabricación completamente autónomo, flexible y adaptativo: holónico diría yo. Con ejemplos como el de BMW y la creciente industria china. Aunue reconozco que lo que más me gustó de esta parte fue la idea de los fab lab: laboratorios de fabricación modulares, de bajo coste, reconfigurables, basados en software libre, que te permiten crear tu propio laboratorio en tu casa para proyectos relativamente pequeños.

En resumen, un libro muy recomendable, sobre todo para mis alumnos de la Fac. de Admón. y Dirección de Empresas. Pero también para cualquiera que desea saber algo más sobre un enfoque realmente innovador para afrontar las exigencias de una sociedad cada vez más global, cada vez más local… cada vez más glocal.

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