Robúnculo

—¡Ostras! ¿qué es eso, tú?
—Es el robot que estoy diseñando. ¿Te gusta?
—¡Qué cosa más fea!
—Chssss, calla, que te puede oir.
Encima de la mesa de trabajo había un cuerpo desmembrado totalmente desproporcionado. Como tratando de construir algo a partir de piezas de la barbie, un nenuco y tres clicks de playmobil. De locos.

—Tengo un problema con la sensorización y de momento esto es lo único que se me ha ocurrido. Verás. Por mucho que ha avanzado la piel electrónica, el número de sensores por centímetro cuadrado es el mismo. Da igual que sea las piernas, el codo…
—O la punta…
—De los dedos —le interrumpe rápidamente, dándole un codazo en las costillas.
—¡Ay! —se queja entre risas y un par de toses—. Venga, enséñamelo, anda.
—Pues eso, que necesito mapear en el cerebro del robot una sensorización equivalente a la que tenemos las personas, pero no me caben en un cuerpo normal, así que he hecho esto. —Sigue hablando mientras ensambla los miembros en un cuerpo ridículamente pequeño—. El cerebro tiene mapeado todo el cuerpo, pero la inervación no se distribuye igual: hay partes con muchas más terminaciones que otras. Así que lo único que se me ocurre es hacer más grandes las partes del cuerpo con más nervios. Ahora puedo tener una neurona asociada a cada terminación y se parece un poco más a nuestro cerebro. Y de paso el robot está cubierto por una piel sensible.
—¿Y para qué quieres que tu robot tenga piel?
—La piel sirve para poner límites a nuestro cuerpo. Sabes hasta dónde llegan tus brazos porque lo sientes, no porque veas tus manos. O eres capaz de diferenciar cuando tienes calor o cuando tienes fiebre porque distingues lo que ocurre dentro de ti o fuera. La piel hace que tengas consciencia de ti mismo. Creo que es el primer paso para crear robots autoconscientes.
Continua hablando mientras termina de montar las últimas piezas y, satisfecho, lo coloca sobre la mesa.
—Si quieres mi opinión sincera, se parece a un funko con guantes de béisbol. ¿Estás seguro de que eso va a mantener el equilibrio?
—Seguro no estoy. Es la primera vez que lo monto todo junto. Tendremos que probarlo.


Entrada creada para colaborar con @divagacionistas para el tema de abril #relatosRoce. Imagen: Homúnculo de Penfield

Nota: Relato inspirado en el trabajo de Matej Hoffmann, Zdeněk Straka, Igor Farkaš, Michal Vavrečka y Giorgio Metta: Robotic Homunculus: Learning of Artificial Skin Representation in a Humanoid Robot Motivated by Primary Somatosensory Cortex. IEEE-TCDS 10(2) (doi: 10.1109/TCDS.2017.264922). (vídeo disponible), y en el artículo en MIT News de Rob Matheson “Sensorized” skin helps soft robots find their bearings.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *