¿Por qué Facebook tiene «me gusta» y Google «+1»?

Es el título de mi charla en el congreso Comunica 2.0 que se está celebrando en la EPS de Gandía
En numerosas redes sociales, determinar la relación existente entre los usuarios no es un problema sencillo, especialmente cuando se habla de redes grandes. Por eso, es necesario realizar ciertas simplificaciones que permitan resolver el problema de forma analítica.
Una de esas técnicas es el análsis espectral, muy empleada para la detección de comunidades en distintos ámbitos, pero que tiene una limitación importante: requiere que las relaciones entre los miembros de la comunidas sean siempre positivas. Este cálculo es la base de, por ejemplo, el algoritmo de PageRank de Google.
Por este motivo, muchos de los servicios que se basan en la detección de grupos de usuarios con características similares y trabajan con comunidades de millones de usuarios emplean estas mismas técnicas. Por ejemplo, Facebook solo permite etiquetar los comentarios de forma positiva o el reciente botón de Google de +1 tiene el mismo efecto en una página web: incrementar la utlidad relativa de ese enlace para un usuario. Otros servicios se basan en el mismo mecanismo, aunque no sea tan evidente. Por ejemplo, los servicios de geolocalización, donde al hacer check-in en determinadas localizaciones estamos valorándolas positivamente. Aunque en este caso no es un norma y dependerá de las connotaciones del comentario asociado.
Sin embargo hay muchos otros servicios en los que existen valoraciones positivas y negativas: como en eBay (tras el proceso de compra), Amazon e iTunes (donde un número bajo de estrellas indica opinión baja), Menéame y Diggit (con la votación/valoración de karma de los usuarios). En general, la mayoría de los servicios basados en recomendación o en mecanismos de reputación. Otro problema al que se puede aplicar es la detección de vandalismos en la wikipedia y, con un componente adicional que sea capaz de extraer la semántica de los mensajes, a redes en Twitter o comentarios en blogs.
Desde el punto de vista matemático, a este tipo de problemas se les conoce como problemas de coherencia, donde hay una red donde los enlaces están valorados entre -1 y 1 y el objetivo es encontrar una partición óptima en dos grupos coherentes, de forma que todos los miembros de un grupo estén relacionados entre sí de forma positiva y a la vez estén relacionados con el otro grupo de forma negativa.
En general, este tipo de problemas es muy costoso de resolver y hace que sea impracticable conseguir la solución óptima y sea necesario contentarse con aproximaciones. La mayoría de ellas están basadas en sistemas de satisfacción de restriciones o incluso en redes neuronales. Pero siguen siendo demasiado costosas, por lo que no resultan útiles en redes grandes. En términos de ciencas de la computación, se habla de soluciones problemas exponenciales, como puedes ser el ajedrez.
Sin embargo, existe un método que permitiría identificar las comunidades existentes. incluso incluyendo relaciones negativas, con un coste razonable (polinómico): las redes de consenso. En ellas, la red de usuarios trata de ponerse de acuerdo en un valor que indicará a qué grupo pertenece. La separación en comunidades se consigue por el sigo de ese valor, de forma que todos los usuarios que tengan un coste positivo pertenecen a un grupo y los que tengan un valor negativo al otro. El objetivo de esta comunicación es explicar el funcionamiento de este método y de cómo permite la clasificación de los usuarios en grupos, incluso para comunidades grandes.

Compartir presentaciones de Keynote en Internet

He estado probando la posibilidad de compartir una presentación hecha con Keynote en Internet y la experiencia es lamentable. Algo que es sencillísimo, rápido y está bien resuelto desde hace años es poco menos que una tortura en el Mac. En esta ocasión Apple tiene que hacer los deberes si de verdad quiere un servicio usable.

El primer problema es que el proceso de creación es eterno. Vale, reconozco que he elegido una presentación larga (94 transparencias), pero ha estado más de media hora para generarla y subirla. Además, en mi caso el archivo a crecido de forma descomunal: de las 140Mb que ocupa el original ha pasado a ¡250 Mb! Excesivo, sobre todo si tenemos en cuenta que la versión en PDF ocupa 38Mb.

Para publicar una presentación desde Keynote, basta con ir al menú «Compartir» y seleccionar la opción «Compartir mediante iWork.com»

A continuación te preguntará cómo quieres compartirla. Selecciona «Publicar en Internet» y da un nombre para la presentación
Aquí empieza el proceso de media hora de espera :-(. Cuando acaba, te pregunta si quieres el enlace para  compartirlo o que te genere un código para empotrarlo en una web (por ejemplo, un blog). Atento: si se te olvida hacerlo no tienes otra oportunidad ni hay forma que Apple te vuelva a dar el código. Tienes que volver a generar la presentación y estar muy atento al paso final. Para recuperar el enlace o el código, tienes que pulsar el botón correspondiente y se queda en el portapapeles/clipboard. Si quieres obtener los dos, copias uno, lo pegas, copias el otro y lo pegas. Todo antes de cerrar la ventana.

Aquí os dejo el resultado.

Mi experiencia: aunque el aspecto final de la presentación es bueno, me parece una herramienta pésima. No creo que la use muchas veces. Servicios como Slideshare le dan mil vueltas.

Sólo una cosa más: viendo el código que genera iWork y el enlace público que facilita, parece que a partir del enlace de un recurso, que tiene esta pinta: http://public.iwork.com/document/es/?d=Uso_educativo_de_las_redes_sociales.key&a=p195755206, basta con cambiar «document» por «embed» y sustituir la URL en el código siguiente:

<iframe frameborder=»0″ src=»http://public.iwork.com/embed/?d=Uso_educativo_de_las_redes_sociales.key&a=p195755206&h=768&w=1024&sw=398″ style=»height: 335px; width: 400px;»></iframe>

Los parámetros width y height son las dimensiones finales de la presentación. Modifícalas para que se ajusten al tamaño que quieras.