Cenizas

Cenizas. Es todo lo que queda del proyecto. Después de más de una década de trabajo y varios millones de euros invertidos, todo ha quedado reducido a cenizas. Adiós a todos los sueños de conseguir un superhumano que pudiera vivir en Marte con un soporte vital mínimo.

Casi lo habíamos conseguido: un cuerpo adaptado a una menor gravedad, con una protección superior a la radiación, mejor tolerancia a las temperaturas extremas, sistema respiratorio adecuado a la composición de su atmósfera.

Ya estaba todo listo, incluso las Starships modificadas. Era cuestión de apenas dos años más. Pero algo salió mal. Nunca supimos cual fue la causa, seguramente un fallo estúpido y todo se fue al traste. Así que tuve que hacerlo: tuve que quemar el laboratorio. Dios sabe qué hubiera sucedido si regalas un planeta entero a una raza superior sin ninguna ética.